Una experiencia inalámbrica mejorada puede servir como catalizador para mayores actualizaciones de infraestructura que reducen los costos y mejoran la experiencia del cliente. Dos áreas de tecnología que han experimentado una rápida evolución en la última década, y que importan mucho en el espacio minorista, son las cámaras de seguridad y mPOS (punto de venta móvil). A propósito, tanto las cámaras IP como mPOS dependen de implementaciones inalámbricas robustas en la tienda.
Las cámaras de seguridad han pasado de grabar secuencias limitadas y granuladas a sistemas de gestión de video analógico para grabar videos de alta definición que se pueden transmitir en línea desde cualquier lugar. Como resultado de estos rápidos avances tecnológicos, los minoristas están adoptando cada vez más los modelos de cámara más nuevos, que vienen completamente equipados con conectividad inalámbrica, para monitorear la actividad en la tienda. Estas cámaras, a menudo implementadas en lugares donde los cables Ethernet no pueden alcanzar fácilmente, requieren una conexión de red inalámbrica para enviar video capturado al servidor.
Del mismo modo, la mayoría de los dispositivos mPOS de hoy no usan Ethernet para la conectividad, lo que requiere el uso de una red inalámbrica rápida para procesar y completar transacciones rápidamente. mPOS ha florecido recientemente en gran parte gracias a la explosión de teléfonos inteligentes: empresas como Square se han modernizado y, para algunos minoristas, han erradicado la necesidad de tener cajas registradoras tradicionales.
Los minoristas con redes inalámbricas actualizadas y completamente seguras están listas para admitir estas tecnologías en la mayor medida posible.